En vísperas de la celebración de la Nochebuena, durante la misa del 23 de diciembre, el arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez invitó a la comunidad a vivir la Navidad desde una dimensión más profunda, recordando que el verdadero sentido de estas fechas radica en el nacimiento de Jesús en el corazón de cada persona.
El prelado señaló que, si bien en estos días se percibe un ambiente festivo marcado por la actividad comercial, lo esencial es propiciar un movimiento interior que fortalezca la fe y la vida espiritual de los creyentes. Subrayó que la Navidad no debe limitarse a expresiones externas, sino convertirse en una oportunidad de renovación personal y comunitaria.
En este contexto, del 16 al 24 de diciembre se realizan las tradicionales posadas en templos y parroquias de la ciudad de Durango, como parte de las celebraciones decembrinas. Estas actividades, que este año registraron una notable participación de fieles, evocan de manera simbólica los nueve días en los que María y José solicitaron posada durante su camino a Belén.
Las posadas representan un espacio de encuentro, reflexión y convivencia, mediante el cual la comunidad revive el mensaje de esperanza, solidaridad y fe que caracteriza el tiempo de Navidad.
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