Ante el análisis que realizan autoridades en materia de transporte y organizaciones de concesionarios sobre un posible ajuste a las tarifas del transporte público para 2026 en el municipio de Durango, integrantes del Cabildo manifestaron su rechazo a cualquier incremento, al advertir que tendría un impacto directo en la economía de las familias.
El regidor de Movimiento Ciudadano, Alan Espinosa de la O, señaló que de manera recurrente se plantea la posibilidad de aumentar el costo del pasaje sin que ello se traduzca en mejoras sustanciales en el servicio. Afirmó que actualmente el sistema de transporte presenta deficiencias estructurales, carece de una tarifa unificada y opera con unidades en condiciones precarias.
Indicó que un aumento al pasaje significaría una carga adicional para los hogares duranguenses, quienes —dijo— ya pagan una tarifa elevada en comparación con otras ciudades del país que cuentan con sistemas más modernos y eficientes. Citó como ejemplo a urbes como Guadalajara y Mérida, donde las tarifas son menores pese a ofrecer un mejor servicio.
El edil también advirtió que la falta de inversión pública en movilidad ha propiciado que muchos usuarios recurran a alternativas como el uso de motocicletas, situación que se ha reflejado en un incremento significativo de accidentes viales, especialmente aquellos con consecuencias fatales.
Si bien reconoció que los transportistas enfrentan aumentos en combustibles, refacciones y otros costos operativos, subrayó que la responsabilidad de modernizar y fortalecer el sistema recae principalmente en el gobierno y no en los usuarios.
Finalmente, sostuvo que la movilidad debe entenderse como un derecho fundamental que permite el acceso a otros derechos, por lo que mejorar el transporte público debe ser una prioridad, sin trasladar el costo de las deficiencias del sistema a la ciudadanía.


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