Con globos blancos, aplausos y lágrimas, familiares, docentes, compañeros y vecinos despidieron este viernes a Daenerys, una pequeña de cuatro años cuyo fallecimiento ha generado profundo pesar y una fuerte exigencia de justicia.
El sepelio se llevó a cabo frente al jardín de niños “Hacia el Saber”, donde la menor cursaba sus estudios. Su ataúd blanco fue colocado frente al plantel, mientras sus compañeros y maestras le rendían un último homenaje. Durante el acto, los padres de Daenerys recibieron un diploma simbólico de parte del personal docente, como muestra del cariño y reconocimiento hacia la niña.
El momento fue transmitido en vivo en redes sociales, a petición de la familia, con el propósito de honrar su memoria y mantener viva la exigencia de esclarecer su fallecimiento. En la transmisión, que ya acumula cientos de mensajes de apoyo, se escucharon oraciones, aplausos y palabras de consuelo.
Tras el homenaje, el cortejo fúnebre partió hacia la misa y posterior sepelio, en medio de un ambiente de profundo respeto y tristeza. Vecinos y amigos acompañaron a la familia durante todo el trayecto, mostrando solidaridad ante el dolor que ha unido a toda la comunidad.
Daenerys falleció el pasado martes, luego de que sus padres denunciaran presuntas omisiones médicas en hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social, primero en El Salto y posteriormente en la ciudad de Durango.
La menor, nacida de forma prematura y portadora de una válvula que debía ser monitoreada, comenzó días antes a presentar fuertes dolores de cabeza. Según el testimonio de sus familiares, pese a acudir en varias ocasiones a recibir atención médica, el diagnóstico inicial fue de “empacho”. Solo hasta días después, un especialista detectó que la válvula estaba desconectada y requería cirugía urgente. La intervención no se realizó a tiempo y Daenerys perdió la vida.
El caso ha despertado indignación social y ha motivado a diversos colectivos a sumarse al llamado de justicia. Entre ellos, integrantes de Tribu Durangueña han exigido una investigación exhaustiva y sanciones a los responsables de la presunta negligencia.
“Una niña de cuatro años no debió morir esperando lo que le correspondía: atención médica oportuna, digna y responsable”, expresaron familiares y activistas durante la despedida.
El sepelio de Daenerys se convirtió no solo en un acto de amor y despedida, sino también en un símbolo del reclamo ciudadano por un sistema de salud más humano y eficiente.
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