Indignación por la muerte de Daenerys: señalan posible negligencia médica; sociedad exige justicia

La muerte de Daenerys, una niña de tan solo cuatro años, ha provocado una profunda conmoción en Durango y una ola de indignación a nivel nacional. En redes sociales, el hashtag #JusticiaParaDaenerys se ha convertido en tendencia, mientras miles de usuarios exigen esclarecer las circunstancias que habrían llevado a su fallecimiento, presuntamente derivado de una negligencia médica en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

De acuerdo con los testimonios de los familiares, Daenerys nació prematura y desde sus primeros meses de vida dependía de una válvula que conectaba su cabeza con el estómago, necesaria para tratar un diagnóstico de hidrocefalia. Dicho dispositivo debía reemplazarse periódicamente conforme la niña creciera, por lo que requería una atención médica constante.

La semana pasada, la menor comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, motivo por el cual fue llevada en repetidas ocasiones a la clínica del IMSS en El Salto, Pueblo Nuevo. Sin embargo, según la denuncia de sus padres, el personal médico la regresó varias veces argumentando que se trataba de un “empacho”, a pesar de los antecedentes médicos que presentaba.

El jueves fue finalmente internada y, al día siguiente, trasladada al hospital del IMSS en Durango. Allí se le practicó una tomografía, pero, según el testimonio de la familia, no fue revisada por un neurocirujano, sino por un pasante, quien aseguró que la válvula funcionaba correctamente. Un día después, un especialista confirmó que el dispositivo estaba desconectado y que debía realizarse una cirugía urgente.

Pese a ello, la intervención fue aplazada. De acuerdo con los familiares, el procedimiento se programó para el sábado por la tarde, pero el médico responsable nunca se presentó. El domingo, les informaron que había otros pacientes en espera de cirugía, por lo que se pospuso nuevamente la operación. Esa misma tarde, Daenerys sufrió un deterioro crítico, fue intubada y, horas más tarde, se confirmó su fallecimiento.

El caso ha desatado una profunda indignación entre la población, que exige responsabilidades por lo que consideran una omisión inaceptable. En redes sociales, decenas de ciudadanos y colectivos se han sumado a la exigencia de justicia. El grupo Tribu Durangueña expresó su apoyo con un mensaje contundente:

“Una niña de cuatro años no debió morir esperando la atención médica que le correspondía. Los derechos de las niñas son prioridad y el sistema de salud no puede fallar cuando más se necesita.”

Ante la presión social, el IMSS emitió un comunicado en el que lamentó el fallecimiento de la menor y expresó sus condolencias a la familia. El instituto informó que colaborará plenamente con las autoridades competentes en las investigaciones iniciadas por la Fiscalía General del Estado, para esclarecer los hechos y determinar si existieron fallas en la atención médica.

Mientras tanto, la sociedad sigue exigiendo que el caso no quede impune. La historia de Daenerys ha puesto nuevamente sobre la mesa el debate sobre la calidad y sensibilidad del sistema de salud pública, así como la urgencia de garantizar que ningún paciente, y mucho menos una niña, pierda la vida por falta de atención oportuna.

Este es parte del texto que emitió la representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Durango informa: “El Instituto lamenta el fallecimiento y expresa sus condolencias y acompañamiento a los familiares. En virtud de que existe una carpeta de investigación iniciada ante la Fiscalía, el IMSS en Durango colaborará plenamente con las autoridades competentes en las revisiones médicas y administrativas que correspondan, reafirmando su compromiso con una atención médica sensible y apegada a los protocolos institucionales”.

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